A mi nomás...
Día con alerta meteorológico por vientos muy fuertes. Ya de noche, la perra necesita salir a hacer pis. Le abro la puerta, y le abro la reja (así mea la vereda y no tengo que andar limpiando). Me paro a esperarla en la vereda, pero vino una ráfaga que me hizo cagar en las patas, asique decidí dejarle la reja abierta y esperar en la puerta. El viento fue tan fuerte que no solo me abrió el portón de la reja, sino que también con el envión hizo que se fuerce una traba que tiene y que se abra para el lado contrario y golpee contra un pilar de cemento. Al ver esto corrí para atajarla, no sea cosa que se haga mierda algo... Cuando corro se me sale la chinela. No quise parar a ponermela de vuelta, asique fui y acomodé el portón. Cuando me doy vuelta para recuperar la chinela, se estaba volando, asique en un esfuerzo sobrehumano me tiré de palomita (?) para agarrarla, con tanta suerte que me caigo al piso, y con la mano abierta encima de... CHAN... UN SORETE DE PERRO. Si, fresco. Casi muero del asco. Conclusión: Quedé tirada en el piso, con un pie el aire, en una mano la chinela, en la otra caca, y la perra oliendome la cabeza. Estas cosas solo me pasan a mi. Decir que no me vio nadie. O al menos eso es lo que creo....
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